martes, 29 de enero de 2013

Montañita: El Mar no cambiará ni en la Hora de Nuestra Muerte…Amén.







En dónde quedaron las tardes doradas sobre las tablas de surf a las 6 de la tarde esperando la ola perfecta y de fondo, parado en el pico en el que se divide Olón con Montaña, un saxofonista quien a todo pulmón acaricia esa caída del sol y en la orilla la guitarra y la joda de Napo. De una manera tan tranquila encontrabas gozando de una buena pipa de la paz sentados a Manu Chao y Cosme de Café Tacuba escuchado las historias del Negro Bazán. Esos eran los tiempos del Real paraíso que hasta hace 15 años atrás fue Montañita. "Que tiempos aquellos" Sin dejar de lado al bar de Maradona, quien no podía dejar de abrir las sesiones del bar sin Led Zeppelin tocando de Fondo: Black Dog.

De aquella época a acá, tantas cosas han cambiado, en hora buena para los locales quienes han mejorado en cierto modo sus ingresos debido al turismo. Pero yo me pregunto: A cambio de qué?
A pesar de todo, todavía podemos disfrutar de sus olas y ambiente distinto cuando toda la furia playera de NOVELERIA ha calmado su fiebre de llegar a la ciudad y decir que su bronceado lo obtuvo en Montañita y que la gente en ese momento diga: No, tú te fuiste a Montaña para otra cosa...
Esa fiebre se calma de Julio a Diciembre cuando la gente que realmente se acuerda de lo que en alguna ocasión fue montanita, aun la visita.
Y de Enero a Junio nos quedan huequillos como: Mompiche, pero por favor no le digan a nadie que estamos por allá. 

Porque como dice Hugo Idrovo en la canción que tiene como título el mismo nombre de esta playa:

"Nada puede ser mejor que volver a Montañita."

Paúl.